miércoles, 15 de diciembre de 2010

POESÍA ETERNA PARA RELEER, CUANDO NO SE TENGA NADA MEJOR QUE HACER-

Cerrer podrá mis ojos, la postrera
Sombra, que me llevare el blanco Día
y podrá desatar, esta Alma mía,
Hora a su afán, ansioso Lisonjera.

Más no, desotra parte en la Ribera,
dejará la Memoria en donde ardía.
Nadar sabe mi llama, la agua Fría
y perder el respeto a ley Severa.

Alma que a un Dios, prisión ha sido,
venas que humor a tanto fuego han dado,
médulas que han gloriosamente Ardido,

Su Cuerpo dejarán, no su Cuidado.
Serán Ceniza, más tendrán Sentido.
Polvo serán, más Polvo Enamorado...

Don Francisco de Quevedo.

Ojos Claros, Serenos,
si de un dulce mirar
sóis alabados,
¿Por qué, si me miráis
miráis Airados?
Si cuanto más Piadosos,
más Bellos parecéis
a aquel que os mira
¡Ay tormentos rabiosos!
Ojos Claros, Serenos,
ya que así me miráis,
¡Miradme, al Menos!

Gutierre de Cetina.